Para una buena tala controlada, sin importar la altura o dificultad, salvando cualquier obstáculo, el objetivo que queremos conseguir, es ante todo el bienestar del árbol, pero sobre todo que no afecte nunca a la seguridad de las personas o edificaciones.
Antes de proceder a la tala se necesita realizar un estudio individual de cada árbol, valorar su estado y dar un diagnóstico y ya en el último caso se procederá a la tala controlada del árbol.
La tala controlada consiste en la retirada de ramas o secciones específicas del árbol, accediendo a él por medio de técnicas de trepa o por plataformas.
Pero, ¿Por qué es necesaria esta tala?
Llega un momento en el que talar un árbol se vuelve realmente necesario, porque así continuará teniendo una forma equilibrada, su crecimiento mejorará, al igual que su producción y su buen desarrollo.
Este proceso es obligatorio hacerlo cuando ciertas partes o ramas de los árboles, crecen de tal modo que están descontrolados y suponen riesgos.
Esta tala es muchas veces requerida cuándo estamos ante un caso de seguridad como suele suceder en parques urbanos. Estos árboles tienen muchos años a veces tienen ramas en claro peligro de desprendimiento. Entonces aquí no habría dudas y hay una clara situación en la que tenemos que empezar el trabajo de poda en altura controlada.
Otro ejemplo podría ser: un vecino que en su jardín tiene un árbol, que con los años fue creciendo y creciendo y este árbol atraviesa su valla y pone en peligro tu casa, con riesgos como romperte una ventana, tejado, fachada o mismamente tu seguridad al estar en tu jardín.