El Picudo rojo, Rhynchophorus ferrugineus, es actualmente uno de los insectos más dañinos para las palmeras en el mundo, provocando por lo general, la muerte de la palmera.
La plaga del picudo rojo ataca a numerosas especies de palmera, siendo las más afectadas la palmera canaria (Phoenix Canariensis), la palmera datilera (Phoenix dactylifera) y la palmera aceitera (Elaeis guineensis). Se trata además, de las especies de palmeras más reconocidas y con mayor presencia en nuestro país.
La palmera enferma lamentablemente suele morir al poco tiempo. No existe cura, pero sí prevención: comprar plantas sanas, utilizar herramientas, sustratos y tierras limpios y controlar los riegos reduce las probabilidades de infección.
Desde las Administraciones públicas se aconseja sólo podar las palmeras con frío, ya que el Picudo rojo es capaz de oler los cortes de la palmera a gran distancia.
Por ello es mejor podar a partir de mediados de otoño y en invierno cuando el insecto tiene menos actividad.